Dalton, el sabor del futuro

SHOP 

Valor nutricional

Dalton

Valor nutricional

Un gran alimento

Por su valor nutricional y alta concentración en vitaminas y grasas saludables, es un tipo de alimento muy buscado en toda clase de dietas.

Se recomienda especialmente su consumo cuando se requiere un alto rendimiento físico, existe un cansancio duradero o signos de debilidad, ya que aporta energía, mejora el estado anímico y elimina esos signos de mal humor característicos del hambre.

Aporte energético

Representa un importante insumo calórico para el organismo: por cada 100 gramos, unas 160 kilocalorías. Si a esto agregamos su alto contenido proteico (37 gramos de proteínas), la ausencia de carbohidratos y la riqueza en hierro, tendremos un alimento sumamente interesante en el mundo del fitness, pues contribuye a mantener la masa muscular.

Sin agregados

Por definición, y debido a su proceso de secado natural, no se utiliza ningún tipo de conservante, ni aditivo, ni colorante en su elaboración.

Carnitas y Papotitas un mismo tipo de alimento

Comparten la materia prima, forma de cocción y una rica historia en su país de origen. Se diferencian en que las Carnitas tienen más sal y pimienta, son más sabrosas.

¿Cuándo consumir Dalton?

Nuestra historia

Dos amigos con una misma visión.


En todos nuestros packs, el consumidor encontrará un símbolo que entrelaza el código país de Uruguay con el de Sudáfrica. En esa unión está el ADN de cada uno de los productos y buena parte de nuestra historia.


La historia de dos compañeros de trabajo y amigos comienza cuando uno de ellos se muda por un tiempo a Sudáfrica. Allí conoce el Biltong y el Droëwors, y le gustan tanto que, al volver a Uruguay, busca algo similar con qué sustituir su sabor, pero no lo encuentra. Le parece que todo tiene exceso de sal, o demasiados conservantes, o no es lo suficientemente tierno. Decide intentar hacerlos él mismo.


Vuelve a Sudáfrica, investiga con los africáneres que elaboran hace siglos y averigua hasta dar con un productor que le escribe su fórmula en un papel. Regresa a Uruguay, habla con su amigo y lo convence de ser socios en el sueño de lograr un producto que sea igual al que se consume del otro lado del océano.


Comienzan así un viaje de cuatro años de investigación, planificación, importación de máquinas, ensayos y errores hasta alcanzar su objetivo. Entonces, se arriesgan con el test definitivo. En un asado con otro amigo que vive en Sudáfrica, se los dan a probar y obtienen la confirmación: son iguales a los de allá, incluso mejores en cuanto al sabor, por la calidad de las carnes.


Hoy, después del largo recorrido y más convencidos que nunca, todo está pronto para que un producto típico de los sudafricanos salga de Uruguay con un nivel de excelencia tal que le permita conquistar la región y el mundo.